ARTE espacio urbano, naturaleza ARTE y más...




Como resultado de los últimos artículos, más de un visitante a estos Encuentros me ha escrito sobre el tema del Arte en la calle, del Arte en espacios cerrados e incluso de la privacidad o no privacidad del Arte. Esta entrada no tiene ningún fin concreto sino el de, si es posible, crear debate, recibir opiniones y crear un foro de discusión. Como sabéis los que os acercáis hasta estos Encuentros, en cualquier tema, y también en Arte, toda opinión es digna de ser escuchada y debatida, de toda opinión diferente a la propia nos podemos enriquecer, y además teniendo como núcleo principal el Arte, ya se sabe que “sobre gustos…..nada está escrito”.




MAMÁ de BOURGEOIS en el GUGGENHEIM de Bilbao



Y después de esta pequeña introducción voy a comenzar la Entrada reflexionando sobre el Arte en el espacio Urbano, para continuar llevando el Arte al encuentro de la Naturaleza y terminar haciendo una pequeña reflexión, sobre la privacidad o no privacidad del mismo y lo que ello supone para el propietario, el ciudadano y para el propio artista.



Cuando pienso en el Arte y el espacio urbano, viene a mi retina inmediatamente dos disciplinas, la Arquitectura y la Escultura. Sobre la primera poco o nada voy a escribir porque no me considero suficientemente preparada para crear aquí un debate sobre ella, como mucho, podré dar una modesta opinión.


Por proximidad, me detendré en la que casi se podría llamar una revolución del espacio industrial que tuvo lugar en mi país, concretamente en Bilbao.




EL Museo GUGGENHEIM de Bilbao y su entorno



Todos los que hemos conocido Bilbao antes de la intervención urbanística que nos ha traído el Guggenheim y todo lo que le rodea, recordamos un Bilbao gris, y no sólo por el clima. La ciudad no tenía gran atractivo, es cierto, pero no hay duda de que aquellos espacios industriales, muchos o casi la totalidad abandonados, eran en potencia espacios que podían hacer resurgir la ciudad y llevarla a primera página de publicaciones de arquitectura, urbanismo, arte y por supuesto a toda aquella publicación de turismo que oferta todo lo anterior ,más nuestros verdes paisajes y hasta el clima, que para muchos también tiene su atractivo.



Pero claro está que saber ver ese potencial y sobre todo hacer que el Arte se instale en ese espacio, necesita de muchas manos además de la inversión económica. Con dinero se pueden hacer muchas cosas, pero son las manos del artista las que saben crear con ese potencial económico.



No voy a detenerme en la intervención urbanística como he dicho. Os remito a un libro que, centrado en el tema de urbanismo y las mega-construcciones, es de fácil y amena lectura y que en su día recomendé aquí mismo (blog 24.08.11) Se trata de “Arquitectura milagrosa” de Llátzer Moix.




Escultura de VICENTE LARREA en el Euskalduna de Bilbao




Sin salir de ese entorno voy a continuar en un paisaje urbano aunque cambiando de disciplina. Me detengo en la escultura, un arte que en mi opinión es idóneo para que sea relacionado con el espacio urbano. El artista aquí, además de mostrar su creatividad en la propia disciplina, debe, o debería tener suficiente capacidad para saber integrar su obra en ese espacio. No es tan fácil como parece, porque no sólo se trata del trabajo del artista, está también la disposición de aquel que ha adquirido la obra, en general instituciones públicas, para llevar a buen término la ubicación e instalación de la creación del artista tal como el la ha concebido. Y en este tema me adelantaría al tercer punto que también quiero comentar en esta entrada. La privacidad o no privacidad de la obra y las responsabilidades del que adquiere la obra. Pero vayamos por partes.




En cuanto a lo que aporta la obra en un espacio público, mi opinión es firme en algo que considero fundamental. Una obra de Arte, una escultura, aporta riqueza y belleza al espacio. Creo que es Cultura. Porque instalar Arte en la calle es educar y cultivar a la ciudadanía. Más bien diría que es un lujo poder disponer de Arte urbano.


Por otro lado, considero que hay obras de determinados artistas que tienen su lugar idóneo es el espacio urbano. Me explico. Son obras que en general se han ejecutado con el fin de ser instaladas en la calle, pero también en ocasiones, se tratan de obras que no habiendo sido creadas con esa finalidad, al ser ubicadas en un espacio urbano, han ganado en calidad y han engrandecido y enriquecido el entorno.





FIGURA RECOSTADA de HENRY MOORE




En este tipo de Escultura o Instalación incluiría a los dos últimos artistas que presenté en este blog, el pasado 14.10.11 y 5.11.1. pero también os remito a otros artistas escultores que pasaron por estos Encuentros como Henry Moore. (15.11.09), Barbara. Hepworth (18.10.09) el vasco Jorge Oteiza (26.10.09) cuya obra, toda una demostración de investigación vanguardista y creativa, nos sorprende con piezas que van desde la más pura demostración pedagógica, pasando por esculturas ubicadas en interior, hasta las grandes esculturas que nos atraen y maravillan en rincones del País Vasco, por no decir sus vanguardistas esculturas de temática religiosa, tan controvertidas en su día, que nos reciben en el Santuario de Aranzazu.




APOSTOLES de JORGE OTEIZA




Otro escultor cuya obra aparece en lugares urbanos y que también se ha ubicado en la naturaleza es la Anthony Caro (este blog 31.10.10) Curiosamente, una de las instalaciones más impactantes de Caro se ubica en interior. Me refiero al “El Juicio Final”. El Bellas Artes de Bilbao acogió esta maravillosa instalación que impresiona y que no dudo en decir que tiene su lugar idóneo en el interior de un museo. Su juego de luces y sombras es imprescindible para apreciar la obra en su totalidad.




El Juicio Final de A.CARO en su instalación en Venecia




Y entre muchos artistas, cuya creatividad nos han regalado multitud de obras para el disfrute de todos los ciudadanos no puedo dejar de detenerme en una mujer que nos demuestra el abanico de posibilidades que tiene una instalación. Por lúdica, alegre, y fascinante dejo el ejemplo de la obra de Niki de Saint Phalle. (este blog 14.02.10). Si precisamente he dejado a Saint Phalle para el final es precisamente porque creo que su obra se puede ubicar con toda facilidad tanto en un espacio al cien por cien urbano como en medio de la naturaleza.


Asombra que su obra, aún hoy en día, después de tantos años de la desaparición de su autora, se vea totalmente actual, y asombra también que unas creaciones tan vanguardistas se integren en medio de la naturaleza de una manera que no sólo no arremete contra ella, sino que le da vistosidad y colorido. Yo diría que se complementan.







Un ejemplo vivo de la obra de Saint Phalle en entorno urbano es sin duda su instalación en el espacio exterior del Centro Pompidou en París. No podría existir mejor lugar para sus divertidas esculturas. En cuanto a una integración cercana a la naturaleza no se me ocurre mejor ejemplo que las nanas ubicadas en el exterior del Museo de Arte de Estocolmo. Me diréis que también se trata de un espacio urbano, pero no es del todo cierto.




Nanas de NIKE DE SAINT PHALLE en Estocolmo



El entorno del Museo de Arte de la capital sueca es una bella zona boscosa que en otoño, cuando tuve la suerte de visitarlo, estaba ya cubierto de tonos casi invernales. La naturaleza, por otra parte presencia constante en esta capital, predomina en este lugar. Y allí entre tonos oscuros que anunciaban el invierno se alzaban las nanas bellas y coloristas de esta mujer que como apunto más arriba creó una obra atemporal. Hoy día es vanguardia.



Deteniéndome un poco más en el tema Arte-Naturaleza quisiera también dejar mi opinión. Hoy en día hay bastantes posturas encontradas sobre la intervención del artista en la naturaleza. Yo soy totalmente partidaria de que el Arte se integre, se incorpore y se acople a ella. Un artista habrá conseguido una obra perfecta en la medida en que ésta se convierta, de un modo u otro, en parte de la naturaleza sin que ésta se vea agredida. Veo totalmente innecesario “retocar”, “pintar”, “insertar” cualquier obra en nuestro entorno natural.




Árboles pintados en el bosque de Oma de AGUSTÍN IBARROLA



En mi opinión la integración debe hacerse a modo de incorporación. Algo muy difícil, pero que considero que debe de estar presente siempre que queramos que Arte y Naturaleza estén en armonía. Ensamblar sin atacar, incorporar sin agredir. Difícil sin duda, igual menos espectacular, pero también más respetuoso.


Y finalmente unas líneas para tratar un tema también bastante controvertido. El de la privacidad o no del Arte y sobre todo la responsabilidad que adquiere el comprador, sobre todo si se trata de una Entidad Pública ,respecto a la obra que adquiere.


Lo primero tenemos que distinguir si se tratan de adquisiciones privadas o llevadas a cabo por entidades públicas.




Obra de BARBARA HERPWORTH en el museo de la artista




No hay duda de que si la adquisición es privada todo queda entre comprador y vendedor. Los problemas pueden estar, y hemos tenido ocasión de comprobarlo, cuando la compra de la obra está a cargo de una entidad pública, digamos ayuntamiento, gobierno autonómico, estatal o similar.



En esos casos deberíamos de saber a quien corresponde la responsabilidad de cuidar de la obra. Hemos tenido muchos casos recientes que llegaron a juicio porque el artista demandaba el buen uso de su obra de arte. Es de justicia, en mi opinión, que aunque una obra haya sido vendida y el artista haya recibido el importe que le corresponde, que su obra, aquello que salió de sus manos sea respetada. Debería de existir un código que protegiese las obras de arte. Y no sólo eso. Si el artista crea una obra para una determinada ubicación debería también ser respetada. No podemos convertir el arte en algo tan mercantil como para que en el momento que se haya solventado la venta esa obra no sea respetada, porque no se respeta tampoco al individuo que la ha creado. Esa es mi opinión. Y hoy es el día que cuando paseo por las calles y veo una escultura atacada, mal cuidada o abandonada, creo que están atacando nuestro patrimonio y nuestra cultura. Es necesario educar en el respeto.




Escultura agredida de AGUSTÍN IBARROLA




El día 28.10.11 en el diario El País Isabel Landa dedicaba a este tema un artículo del que os dejo el párrafo de introducción:


Las esculturas son una de las creaciones artísticas más vulnerables en las plazas, paseos, parajes naturales y exposiciones al aire libre de pueblos y ciudades. El paso del tiempo no solo deja huella en el hierro, la madera o el mármol, la mano del hombre también provoca desperfectos, la mayoría de la veces intencionadamente

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En cuanto a la privacidad de los grandes museos o lugares en dónde se ubican las obras de determinados artistas, supongo que a estas alturas no hay mucha duda. Si son propiedad del Estado o de una determinada Comunidad, estos tienen la obligación de mantenerlas y además de mostrarlas como bien cultural de forma gratuita a sus ciudadanos. Si se tratan de colecciones privadas, serán sus dueños los que las mantengan o en su defecto Fundaciones creadas a tal fin por mecenas del Arte.




Escultura de Eduardo Txillida en el museo TXILLIDA LEKU



Son muchos temas a tratar, pero estaría encantada de que se abriera más de un debate a partir de esta entrada.

NOTA: Para mejor visualizar la fotografía “picar” con el ratón encima de las que interesen.

Para la lectura de entradas anteriores, ir a la ventana de la derecha y “picar” en los años y meses. Se desplegarán los títulos correspondientes a cada fecha.



Fuentes utilizadas: archivo propio. Diario El País de fecha de referencia.

Para la fotografía: Archivo propio y la red.