LEONOR FINI, una surrealista difícil de clasificar





Nació en Argentina en (1908). Su madre al divorciarse regresó a su lugar de origen, Trieste (Italia) y en Europa desarrollo su arte Leonor. Pintora, escenógrafa y diseñadora, su vida y su obra es una vida sin límites.

Considerada una artista relevante del siglo XX, llama la atención por ser una de las pocas mujeres artistas cuya figura no está ligada a la de un hombre. Esto se nos hace singular porque en la mayoría de las ocasiones, en la época en que vive Fini, las artistas además de realizar un trabajo creativo son, la mujer de, la compañera de, o simplemente la amante de algún pintor o artista-hombre. También posiblemente por esto, por el hecho de ser una figura sin ligadura alguna a un hombre, es mucho menos conocida.


RETOUR VOYAGE I


Se la incluye en el grupo de los surrealistas y al igual que Carrington (anterior entrada del blog) ella renegaba de ese título. La opinión que tenía sobre André Bretón dice mucho de ese rechazo a ser considerada una de ellos. Consideraba a éste un misógino.


RETOUR VOYAGE II

No obstante, los temas surrealistas son habituales en su obra, aunque eso sí, en su mano son un arma contra los convencionalismos sociales.

Leonora Fini fue autodidacta y aunque admiraba a los prerrafaelistas, su arte no tiene influencia de ninguna escuela, siendo difícil incluirla en un grupo determinado. No acudió a ninguna escuela de Bellas Artes. Aprendió anatomía dibujando los cuerpos que encontraba en las morgues de Trieste y copiándolos al detalle.


RACH RACH RACH


Al igual que en el caso de Carrignton y Varo, su obra está poblada de animales. Sus mujeres son andróginas y fantásticas y su pintura en ocasiones es altamente erótica.



PARQUES HOTEL

Fue calificada de lesbiana y bisexual, calificativos que rechazó de la misma manera que había rechazado que su obra fuera surrealista. En su constante ambivalencia se declaraba bisexual pero no quería ser lesbiana.

No se casó nunca, algo que unido al tipo de vida que llevaba ya era una provocación en una mujer. Si además añadimos que convivió con el artista plástico Stanislao Lepri y con el escritor polaco Constantin Jelenskin durante 40 años, tenemos la prueba de ese espíritu libre que mantuvo toda su vida.


COMPOSICION CON FIGURAS


Leonora buscó en su vida y en su obra a la mujer autónoma, dominante, bella y apasionada. Sus trabajos van a tocar temas como el matriarcado, el lesbianismo o el de la mujer andrógina. Estas inquietudes van a dar como resultado obras como “Dos mujeres”, “Entre dos”, o “Tres amigas”. Su trabajo, al igual que esas mujeres apasionadas que ella buscaba, también era sensual y apasionado. Sus modelos nos van a ser representadas como diosas o guerreras.


ENTRE DEUX


Trabajó como diseñadora para el Ballet de París y también para películas de directores famosos como Fellini. Escribió poesía y en la década de los 70 escribió tres novelas y se hizo amiga de Jean Cocteau, Giorgio de Chirico y Alberto Moravia.


GRABADO


La obra de Fini como podemos ver trasciende las diferentes corrientes del arte moderno. Combina elementos de su fantasía con símbolos y con imágenes. Presenta una sociedad dominada por mujeres y en ocasiones en un escenario aislado del mundo externo. También exploró el mundo de la naturaleza y el tema de la muerte que expresó con imágenes de calaveras o esqueletos.


GUARDIENNE DES SOURCES



Su sentido de la independencia y su personalidad nos lleva a unirla a otras mujeres que también fueron parte del surrealismo como Carrington o Frida Kahlo.


MEDIUM


La obra de Leonora Fini ha sido expuesta en Europa y Estados Unidos. También forma parte de exposiciones permanentes de museos internacionales.


LEONOR FINI

Leonor Fini murió en París en 1996.



NOTA: Para mejor visualizar la fotografía “picar” con el ratón encima de las que interesen.

Para la lectura de entradas anteriores, ir a la ventana de la derecha y “picar” en los años y meses. Se desplegarán los títulos correspondientes a cada fecha.


Fuentes consultadas:


Archivo propio.

Creación artística y mujeres (Marián L.F.Cao)

Arte siglo XX.

Fotografía:

Archivo propio.

La red

Art of the Matter

As you might have noticed, several art magazines have been launched in the recent past. A couple of weeks ago, The Bombay Art Society had a formal launch of its Indian Contemporary Art Journal in the city. Today, most art magazines are available at limited venues, for instance at galleries and a few other outlets. The editor of the Indian Art Journal revealed that they plan to retail the publication through popular bookstores, which is an excellent idea as it will greatly enhance accessibility and availability.

Interestingly, at this point not a single magazine is being brought out of Bangalore. On the other hand, Mumbai, New Delhi and Kolkata have several art publications to their credit. However, what we do have are writers and artists. In fact, there are many writers from the city who contribute to these publications, (it is another matter that many of them write for most of the magazines - no exclusivity here!)

Quite a few artists have put forth the need to have a dedicated art magazine that is brought out of Bangalore. A publication such as this may give a much needed impetus to the art scene here. Even a simple online version, to begin with might be a good idea. Apart from being a source of information to people interested in art, such a publication could focus on a larger number of artists in the area – smaller shows and upcoming artists can also be profiled. A wider circulation to other parts of the country would provide greater exposure to artists and galleries.

Incidentally, the number of galleries in the city is rather limited, even though there are many artists who reside here, but end up showing their works outside, or moving out of Bangalore in search of opportunities.

The problem, I am sure is not in bringing out a magazine, which is comparatively an easy task, but in maintaining it. The logistics and financial aspects of running an entire publication is a daunting process and needs a large amount of support in order to be sustainable. However, it is eminently doable and one hopes that one of the many corporate offices in the city may take up the challenge to take on the entire responsibility or at least fund it.


(Published in Bangalore Mirror)

Art Buzz (Mumbai) Nilima Sheikh

Art Buzz (New Delhi) Maya Burman & Binoy Varghese

LEONORA CARRINGTON, figura fundamental del surrealismo.






Aquella a la que Remedios Varo (entrada anterior en este blog) llamó “su hermana gemela en el arte”, nació en Lancashire (Inglaterra) en 1917. No se puede dudar de que esta región de brujas, de novelas neogóticas y una educación inglesa al más puro estilo tradicional van a influir en ella y en su obra. Algo que por otra parte también le uniría a Remedios Varo con la que mantendría una estrecha amistad y con quien va a tener muchas afinidades. La principal, ese interés por los mundos mágicos y oníricos.







Leonora tenía un sueño que era la pintura y ese sueño le lleva a Londres a estudiar arte. Allí conocería al surrealista Max Ernst de cuya obra y personalidad se enamoró y con el que marchó a Paris. Ernst tenía 46 años y Leonora 19. Pero Ernst fue encarcelado al estallido de la Guerra Mundial y Leonora, fuertemente afectada por la pérdida, tuvo que huir a España en dónde permaneció un tiempo ingresada en un sanatorio.

Tras un paso breve por Nueva York llega a México y al igual que su amiga Varo, va a ser considerada mexicana de por vida. En 1941 se casó, en un matrimonio de conveniencia que terminó prontamente en divorcio, con el poeta mexicano Renato Leduc.




QUERÍA SER PÁJARO




Carrington considerada una figura fundamental del surrealismo, es conocida no sólo por sus pinturas. Su fama le viene también como escritora y entre sus obras se encuentran obras teatrales y entre otros, su libro “Memorias de Abajo” escrito a raíz de la pérdida de Max Ernst. Lo escribió durante su internamiento en el sanatorio y gira alrededor de su vida sentimental y la crisis nerviosa que le había llevado a esa situación.

La obra escultórica es también de gran valor. En 2008, el mexicano Paseo de la Reforma acogía una muestra de Carrington y entre sus obras encontrábamos sus esculturas surrealistas.




ESCULTURA EN EL PASEO DE LA REFORMA




En México Leonora resurge, crea y también establece un círculo de amigos entre los que se encuentran muchos inmigrantes huidos de la guerra, artistas cercanos al surrealismo y la que sería su gran amiga, Remedios Varo. Mantuvo una buena relación con Frida Kahlo y Diego Rivera. Conoció también a escritores como Octavio Paz con el que forjó una sólida amistad y al poeta Benjamín Pèret, esposo de su amiga Remedios, a pintores como Gerardo Lizarraga. y al cineasta Luis Buñuel. Todo un abanico de intelectuales que, o bien eran mexicanos, o se encontraban en aquel país a consecuencia de la situación convulsa de Europa.




LABERINTO



Su obra es un tanto insólita y para disfrutar de ella no tenemos que buscar una lógica. Más bien dejarnos fluir, como sucede tantas veces con el arte. En ocasiones sus cuadros semejan juegos que nos invitan a reflexionar. Sus imágenes están cargadas de simbología y nos narran historias en el lienzo.





En su obra más madura encontramos la “modernidad” con toda la carga fantástica que acarrea de su propia educación. Una madre celta y un ambiente lleno de leyendas y todo lo necesario para alimentar su ya de por sí rica imaginación. Crea ambientes en los que hay lugar para brujas, hadas y duendes que ayudados por los principios del surrealismo se conjugan para dar vía libre a su creatividad y a una estética que es clave en toda su vida artística. En su obra, además del componente mágico, aparecen frecuentemente, al igual que en la de Varo, los temas de animales. Y en muchos de sus cuadros el caballo representa sueños de los niños.




AUTORRETRATO




No obstante la artista no parece demasiado “amable” si se intenta psicoanalizar su obra. Carrignton sufrió las limitaciones que se le imponían por ser mujer. Sobre todo a la llegada a un México que se le hacía injusto en el trato machista a las mujeres. Toda la rebeldía que le provocaba estas situaciones y la que en muchas ocasiones le había provocado el mundo de los adultos con sus reglas y deberes, está plasmada en su obra, tanto la plástica, como la literaria.

En Leonora Carrington tenemos, además de una gran artista, una mujer profundamente feminista, con todo lo que ello ha podido suponer en la época en que ha desarrollado su trabajo.

Ella misma ha renegado en más de una ocasión de Bretón y los surrealistas haciendo mención al machismo que reinaba en el movimiento. Posiblemente, al igual que otras mujeres-artistas, se encontró con el sentimiento ambivalente de la atracción hacia el surrealismo y a la vez la constatación de que era un movimiento regido por hombres en el que la mujer tenía un lugar secundario, aunque lugar al fin y al cabo. No podemos olvidar que el surrealismo fue el movimiento del que se valdrían muchas mujeres artistas para desarrollar su creatividad o para catapultarse una vez haberse independizado de él.


LAS SOLTERONAS


Carrington también pintó el mundo mexicano. El mural “El mundo mágico de los mayas” pintado en 1963 para el Museo Nacional de Antropología es el resultado de un estudio que llevó a cabo sumergiéndose en el México profundo y milenario que está vivo en Chiapas.

También México esta presente en su obra literaria en “Cuento Mexicano” que tiene por personajes centrales a dos campesinos, Juan y María, que ella sitúa de modo surrealista en un lugar típico mexicano.


BEBE GIGANTE


Se casó con Chiki Weisz del que tuvo dos hijos y con el que convivió 61 años. Leonora sintió una gran conmoción ante la maternidad. Fue algo para ella inesperado que la conmovió profundamente y que también aparece plasmado en su obra. En 1953, pintaría un cuadro en el que sus dos hijos son las únicas figura realistas en un mundo surrealista y que titula “Y entonces vimos a la hija del Minotauro”.


MINOTAURO


Carrington ha recorrido todos los caminos artísticos, algo que su época casi lo habían hecho exclusivamente los hombres. Ha pintado, esculpido y creado obra literaria y gráfica. También hay una incursión en la obra más relacionada con la mujer, como es la tapicería y algo no demasiado conocido. La confección de muñecas.

A nivel personal esta mujer es un icono del feminismo. Independiente, y libre. Para ella el matrimonio es una institución sin sentido que solo sirve para oprimir a la mujer. Libre en su vida y en su obra a la que no ha querido nunca poner etiquetas, aunque sea considerada una figura fundamental del movimiento surrealista.


El gobierno de México le concedió en 2005 el Premio Nacional de Bellas Artes.

El 19 de Marzo de 2011, el suplemento Babelia de “El País”, dedicaba un amplio artículo a la maravillosa escritora mexicana Elena Poniatowska con motivo de la reciente publicación de “Leonora”, novela basada en la figura de la artista Leonora Carrington. No dudo del disfrute que nos va a deparar su lectura si tenemos en cuenta la calidad artística de ambas. La primera, a punto de cumplir 79 años y la segunda de 95 ,comparten amistad y ciudad (México) aunque ambas llegaron a ese país desde otros lugares. Un día de enhorabuena para los que amamos el arte y la buena literatura.



El día 26 de Mayo de 2011 nos llega la noticia desde México, lugar del que se consideró ciudadana, del fallecimiento a la edad de 94 años de la pintora y escultora considerada “la última surrealista”con vida. Se ha perdido una gran artista y una gran mujer defensora del feminismo. Hoy más que nunca, la obra de otra gran mexicana, la arriba mencionada Elena Poniatowska, es de obligada lectura para entender la vida de Leonora Carrington.


Creo que no hay mayor homenaje para la artista que el artículo que ha continuación os dejo, escrito por Elena Poniatowska y editado por El País.



LEONORA CARRINGTON O LA REBELDÍA por ELENA PONIATOWSKA

EL PAIS, 28/05/2011

El jueves, al día siguiente de morir en México la gran pintora y escritora Leonora Carrington, su amiga la novelista y periodista Elena Poniatowska plasmó, en este texto para EL PAÍS, la vida y la obra de una intelectual inclasificable.

Mala mañana la de ese 26 de mayo en la que murió de neumonía Leonora Carrington en el Hospital Inglés, como lo llamamos en México porque lo fundó Lord Cowdray. Para México, para todos nosotros los mexicanos, la pérdida de Leonora es grande y dolorosa porque se lleva nuestras posibilidades de ir más allá de nosotros mismos y de entrar a Westmeath, Irlanda el país en el que los Sidhes te enseñan a tomar la vida como una aventura risueña y mágica. Los Sidhes son seres invisibles que acompañaron a Leonora mucho mejor que su Ángel de la Guarda y ahora mismo lloran sobre su tumba, también en el cementerio inglés.

En 1942, Leonora llegó a México y 10 años después comencé a entrevistarla aunque odiaba contestar preguntas y detestaba a los reporteros. A cada visita en su casa en la calle de Chihuahua, mientras tomábamos té, me daba alguna información y así, de año en año, fui recogiendo el material de la novela Leonora. Siempre la quise. En una ocasión, el año pasado, al bajar la gran escalera del Palacio de Minería en el que le habían hecho un homenaje, me regaló una sonrisa tan bella que iluminó varios días, o será que ahora soy más sensible a las sonrisas.

Leonora llegó a México casi en los mismos años que el gran exilio español que tanto ha honrado a México y tanto ha significado en nuestra vida cultural y social. Si el exilio español nos enriqueció como lo hizo, si Luis Buñuel y Remedios Varo fueron sus amigos, también el destierro de la fabulosa pintora inglesa ha sido para nosotros una aportación invaluable. Saberla viviendo en la misma ciudad en la que nos recogemos todas las noches era una bendición, una prueba de confianza, un honor, un privilegio.

Habría que recordar el amor de los españoles al Museo del Prado y cómo salvaron su tesoro a pesar de los bombardeos, lo envolvieron como a un niño y lo llevaron a Ginebra. Leonora era nuestro tesoro y todas las noches le deseábamos que durmiera con los angelitos. Al compartir Leonora su creatividad con los mexicanos, la pintora inglesa nos hizo más creativos y su desafío -el desafío de toda su vida- fue también nuestro. Si ella vivía entre nosotros, teníamos que estar a la altura, si ella nos había adoptado teníamos que rendirle el mismo homenaje que ellas nos rendía al habernos escogido.

Mucho de lo que cuento en la novela Leonora ya estaba escrito. Ella se describió en varios momentos de su vida. Sólo cambiaba su nombre y el de Max Ernst o el de Joe Bousquet. En México sus cuentos publicados son El séptimo caballo, La dama Oval, La trompetilla acústica, La casa del miedo, Memorias de abajo y críticos y especialistas en el surrealismo han analizado su obra extraordinaria y su vida fuera de serie. De Leonora quisiera destacar dos temas que poco se han tocado. Se conoce poco su actitud ante el nazismo y cómo desde los primeros días de la Segunda Guerra Mundial, a partir del momento en que los nazis entraron en Francia el 24 de junio de 1940, denunció en las calles de Madrid a Hitler, a Franco y a Mussolini. Si la tacharon de loca era porque fue una clarividente y se dio cuenta del peligro antes que nadie.

Desde el instante en que dos gendarmes se llevaron por segunda vez a Max Ernst, el máximo pintor surrealista, a Les Milles, un campo de concentración en Francia, Leonora luchó contra la injusticia. La invasión de Polonia, la de Bélgica y de Francia la llenaron de rabia y en Madrid, ya desesperada, pidió una entrevista con Franco para decirle que no se aliara a Hitler y a Mussolini y repartió en la calle volantes pidiendo el cese al fuego. Antes que muchos se enfrentó a Hitler y al fascismo. Entonces la tildaron de loca, cuando en realidad se adelantaba a la inmensa locura que es la guerra. La encerraron en un manicomio en Santander. ¿Quiénes fueron normales? ¿Los que escondieron la cabeza como la avestruz o Leonora, la visionaria, que se alzó contra la guerra porque adivinó el peligro?

Otro tema conmovedor de su ya larga vida (el 6 de abril cumplió 94 años) fue su solidaridad con los judíos. El sufrimiento de Chiki, Emerico Imre Weisz, fotógrafo, su marido y el padre de sus dos hijos Gaby y Pablo, está ligado a la guerra civil de España. Chiki fue quien salvó la maleta de negativos de Robert Capa que hace más de un año apareció en México y que ahora es motivo de una película y un documental.

Leonora Carrington, que no era judía, se indignó más que ningún otro artista por el trato que se les daba a hombres y mujeres, a aquellos ancianos y niños que fueron llevados, encerrados en furgones sin luz ni aire, directos a un campo de exterminio. Desde entonces jamás dejó de mostrar su rechazo a una de las grandes taras de la humanidad, el holocausto.

Pretendí rendirle con Leonora un homenaje, un tributo amoroso. Leonora nunca sacrificó su ser verdadero a lo que la sociedad convencional esperaba de ella, nunca aceptó el molde en el que nos cuelan a todos, nunca dejó de ser ella, escogió vivir en un estado creativo que hoy nos exalta y nos llena de admiración, defendió su talento desde la madrugada hasta el anochecer, primero contra su padre y después contra una clase social que pretendía imponerle leyes estrictas, las mismas que han impedido el florecimiento y la creatividad de hombres y mujeres de talento que finalmente se rinden y regresan al conformismo. Leonora Carrington nunca cedió, jamás le importaron las apariencias, nunca guardó la fachada, vivió para pintar y para sus hijos -Gaby, filósofo y poeta, Pablo, pintor y médico con quienes tuvo una relación entrañable, la más cercana que pueda darse entre una madre y sus hijos-. El único fin de su vida fue defender su vocación de pintora y escribir textos que nadie más que ella podría escribir, como el relato de su encierro en el manicomio en Santander, que escribió primero en francés y tituló En bas, Down below, Memorias de abajo.

En torno a ella, en México, se hizo poco ruido porque escogió el recogimiento, el anonimato, el silencio, la vida lejos de los amplificadores de sonido y de imágenes ajenas a su aislamiento. Su casa era finalmente un retiro y su soledad era voluntaria.

¿Fue feliz Leonora? Quién sabe. ¿Somos felices nosotros? Ustedes dirán. Alguna vez, Leonora declaró que no tenía nombre para la felicidad pero si lo tuvo para la rebeldía y se levantó contra la iglesia, el estado, la familia. Su imaginación fue más allá de las leyes, de los cartabones, del qué dirán. Su único rito fue tomar el pincel o tomar la pluma o guisar. Alguna vez puso a hervir al arzobispo de Canterbury en mole verde.

Con su sentido del humor, destrozó cualquier imposición, hasta la de ser surrealista. Más que surrealista su mundo interior fue celta y su obra está muy cercana al mundo de su infancia, un mundo que nada tiene que ver con la lógica, un mundo inesperado de poesía que es el de los Sidhes, los little people que para nosotros, los mexicanos, son los chaneques que nos acompañan, jalan la comisura de nuestros labios para que sonriamos y nos desatan las agujetas de los zapatos.


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LEONORA CARRIGTON


NOTA: Para mejor visualizar la fotografía “picar” con el ratón encima de las que interesen.

Para la lectura de entradas anteriores, ir a la ventana de la derecha y “picar” en los años y meses. Se desplegarán los títulos correspondientes a cada fecha.



Fuentes consultadas:

Archivo propio

Arte latino-americano siglo XX Edward Lucie Smith

Arte latino-americano (Ed.Sullivan)

Creación artística y mujeres (Marián L.F.Cao)

Artículo editado por El País con fecha 28 de Mayo de 2011.


Fotografía

Archivo propio

Catálogo Fundación Mapfre para “Amazonas de un arte nuevo”

La propia red.


Robert Bosch Art Grant - 2010


This is a call for applications toward the Robert Bosch Art Grant - 2010.

Robert Bosch Engineering and Business Solutions (RBEI) once again invites proposals from individuals for the Robert Bosch Art Grant 2010.
By art, we mean categories spanning a broad spectrum of activities that include performing and visual arts like Painting, Sculpture, Music, Theatre, Dance, Photography and new media. We attach importance to projects that broaden public access to the arts; we seek to extend individual art practice to bring it to the social realm. We are particularly interested in assisting promising talent that falter only because of financial constraints.

Who is eligible?
Artists, less than 30 years of age.
Place of residence – in and around Bangalore or Coimbatore.

Application guidelines:
Applicants should submit a detailed proposal containing the following:
  1. Brief description of the background and context of the issues being addressed by the proposal
  2. Overall goals, specific objectives, and rationale for the proposal
  3. Description of the anticipated outcome; its value to society
  4. Description of the activities to be funded
  5. Detailed budget, including any funds anticipated from other sources
  6. Proposed duration of the project
  7. Portfolio of recent work (on CD) and any other supporting material. RBEI would be unable to return any material accompanying the proposal.
  8. Biodata of applicant, with contact details

General information:
  1. Proposals may be submitted in any Indian language, including English.
  2. Proposals could be from individuals, or from a group/organization
  3. The duration of the project may be 1 year or less
  4. The minimum and maximum grant limits are Rs 25,000 and Rs 5,00,000 respectively
  5. Grant awards are determined by an objective process of evaluation, and the decision of RBEI will be final.

Timetable:
Applications should reach us before April 31, 2010. Grant awards will be announced on or before June 15, 2010.

Applications and all other communications should be addressed to:
Robert Bosch Art Grant, C/o Ms.. M.A. Acharya, 123 Industrial Estate, Hosur Road, Bangalore 95

(Information courtesy Robert Bosch Engineering and Business Solutions)

Promoting the crafts

(By Nalini S Malaviya)

Most of the time, we are so involved in discussing and promoting the fine arts that we often forget those hundreds and thousands of craftsmen and artisans who create folk and tribal art, handicrafts and other hand made products. Making such products requires a tremendous amount of skill and hours of labor, and financial returns are low. In most cases, the skill and craftsmanship is passed on from one generation to the next, but because economic viability is poor, the newer generations prefer to opt for alternative sources of livelihood.

Madhubani, Pithora, Warli are just some of the folk art forms which can be used in interiors to decorate walls either through mural paintings, or smaller framed works which can be hung on walls. Incidentally, there are many corporate spaces which have integrated folk arts and crafts in their décor – either as a small mural on a cafeteria wall or as bright paintings that liven up cubicle spaces. As any form of support from individuals or organizations can make a huge difference in the growth and sustenance of this sector, proposals that address this need must be encouraged.

In this context, an initiative by the Vinod Gupta School of Management, IIT Kharagpur, which is organizing an event Saamanjasya 2010, deserves a mention. The forthcoming three day event aims to bring various key players responsible for social and economic growth together through a series of programs from 19-21st March. During the event, artisans will participate in Kalakaar Vikas, a program which will provide a platform to artisans to display their crafts before a large audience. This is being achieved by tying up with an NGO called Saarthi, which deals specifically with the welfare of artisans. Other plans include presenting the cause of these artisans before corporates, setting up meets for funding and providing technical expertise wherever possible. Overall, it seems to be a good initiative which could greatly benefit the artisans who are participating in the program.

However, it’ll be interesting to see how the proposals translate into action and what kind of monetary and other support artisans can gain from this venture. As a prototype the proposal has its merits, and if it works well it can be replicated elsewhere on a larger scale to include a greater number of affected people. As we all know there is an urgent need to focus on the revival of traditional arts and crafts that are on the decline, and corporate involvement can make a huge difference in the overall development and sustenance of indigenous crafts of India.


(Published in Bangalore Mirror)