LITERATURA de ARTE y sobre ARTE.

Creo que el tema de hoy es idóneo para este Taller de Encuentros con el Arte. Os traigo una pequeña relación de títulos muy relacionados con el Arte. Bien porque nos hablan de una manera determinada de “ver” el Arte, bien porque tienen como argumento alguna disciplina artística o algún artista determinado o simplemente libros que por si sólo son una pequeña obra de arte, por la belleza de su estilo o de sus ilustraciones.

Podemos empezar por:


“El enigma de la luz” de Cees NOOTEBOOM.

Este libro que lleva por subtitulo “un viaje por el Arte”, está escrito por un hombre que es viajero, que es un hispanista declarado, que es versátil en sus temas a la hora de escribir, un hombre inmensamente culto que dice no ser un historiador de Arte, pero que sin duda nos muestra en este pequeño libro editado por Siruela, una manera bien peculiar de “viajar” o “visitar” el Arte. Y lo hace a través de varias pinturas de diferentes autores que a él personalmente le impactaron. “Viajamos” con él y “vemos” a través de él, obras de diferentes artistas comenzando, como no podría ser menos, por Vermeer dada la nacionalidad holandesa de Nooteboom.


Porque Nooteboom es un holandés, ciudadano del mundo, enamorado de España que delante de un cuadro de su compatriota dice sentir aflorar sus sentimientos más nacionalistas. Comienza el viaje por Veermer, para terminar con Hooper que además sirve para ilustrar la portada del libro. Y si es interesante el principio y el fin del viaje, no lo es menos el resto del recorrido que nos hace disfrutar acercándonos a las fuentes del Arte con Leonardo o con Piero della Francesca, o regresar a Flandes de la mano de Bruegel o filosofar junto a él mismo delante del metafísico De Chirico. Eso sí, no esperéis una cronología en este viaje. El viajero pasará de una época a otra de la misma manera que Nooteboom realiza sus viajes, desviándose y saliéndose de todo camino marcado. Un libro en verdad interesante, tan interesante como lo es su autor.


Continuaremos con un pequeño libro:


“El Elogio de las Sombras” de TANIZAKI, también editado por Siruela.

Para los amantes de la arquitectura, del arte oriental y de la belleza en general,"El elogio de la sombra" es una pequeña joya para leer y releer.




Como más valen las palabras que las descripciones os dejo un pequeño párrafo:

"En Occidente, el más poderoso aliado de la belleza fue siempre la luz; en la estética tradicional japonesa lo esencial está en captar el enigma de la sombra. Lo bello no es una sustancia en sí sino un juego de claroscuros producido por la yuxtaposición de las diferentes sustancias que va formando el juego sutil de las modulaciones de la sombra. Lo mismo que una piedra fosforescente en la oscuridad pierde toda su fascinante sensación de joya preciosa si fuera expuesta a plena luz, la belleza pierde toda sus existencia si se suprimen los efectos de la sombra”. Junichiro Tanizaki (1933)



Pasamos a un ensayo: “El placer del Arte” de RENATO DE FUSCO.

Es este un libro de estudio. Y…¿qué nos enseña o qué nos quiere enseñar? Algo así como que el Arte puede proporcionarnos placer a través de diferentes manifestaciones como son la pintura, la escultura, el diseño o la arquitectura. Un libro lleno de reflexiones en torno al Arte escrito por este catedrático de Historia de la Arquitectura de la universidad de Nápoles. Editado en Gustavo Gili, S.L.


Y otro ensayo, esta vez sobre un artista determinado.

Se trata de: “Hooper” de MARK STRAND”
Es un maravilloso libro, editado por la Editorial Lumen y escrito por el poeta canadiense Mark Strand. Se trata de una obra editada originalmente en 1994 en la que el autor interpreta una treintena de cuadros del pintor norteamericano Edward Hopper. Es por tanto, un ensayo sobre el que ha sido identificado como el pintor de la América urbana y rural de las décadas de los 40 y 50), el artista que supo captar la soledad del ser humano.



Ahora nos detenemos en el arte de ILUSTRAR.

El siguiente libro reúne todas las condiciones necesarias para ser clasificado de Libro de Arte, aunque se trate de un libro de literatura clásica. Pero acaso… ¿la literatura no es arte? Se trata de “Cumbres Borrascosas” ilustrada por BALTHUS, de la que Artemisa Ediciones sacó en 2007 una bella edición.


BALTHUS Y SUS MUJERES

El Arte de la ilustración para una obra de Arte de la literatura.




Para hablar de historia relacionada con el arte hago referencia a un título que mencioné hace unos días:”El Alquimista Holandés”, o la fascinantes historia de El Bosco.
En su día escribía que no sabría dónde clasificar este libro que una nota de la editorial incluía en la lista de thriller de misterio o incluso de novela negra.



Ahora, una vez terminada su lectura, os diré que es una historia que nos transporta a los Países Bajos en una época en que la inquisición, la religión y las epidemias como la peste, paseaban por Europa. En un interesante relato, Isabel Abenia nos trae la vida del pintor Hieronymus o Jeroen Boch, apodado EL BOSCO. Ficción, realidad, leyenda, todo se mezcla en este interesante libro en que se nos presentan muchos personajes de la época, un libro con el que viajamos en el tiempo a través de los capítulos titulados con los nombres de las tablas de este pintor intemporal. Porque…¿quién no ha sentido delante de un cuadro de El Bosco que lo mismo podía pertenecer a la vanguardia pictórica de nuestros tiempos? Visionario o místico, adelantado a su tiempo artísticamente hablando, melancólico en ocasiones, atormentado por sus dudas siempre, todo eso fue este fascinante artista.


Finalizaré diciendo que hoy por fortuna tenemos muchas editoriales de Arte y sobre Arte a nuestro alcance. No se trata de hacer propaganda, pero sí de dar a cada uno lo que se merece y Taschen, por ejemplo, es una editorial que mantiene un buen equilibrio entre la relación calidad-precio, tanto en sus temas monográficos, como generales.

Una editorial muy interesante que nos ofrece muy buena calidad, aun siendo de bolsillo, es Electa Bolsillo. Con una división muy práctica de sus capítulos en colores. Por ejemplo utiliza amarillo para indicar que trata en él la vida del artista, continuando por el azul para el contexto histórico en el que se desarrolla su obra, o el rosa para el análisis de las determinadas obras. Y una buena editorial sin duda es Larousse. Pocas veces decepciona.

Con todo esto he querido acercar Arte y Literatura entre si y traerlo hasta vosotros, pero si no os interesa la literatura que trata de este tema,absteneros de leer los anteriores ejemplares, salvo el último título que es una biografía novelada. El resto lo podemos catalogar como ensayo y puede resultar algo árido.

Han quedado en el tintero muchos títulos y también editoriales. Habrá tiempo para volver sobre este apasionante tema.

SARA OTAÑO, una paleta potente, un trazo sinuoso.




Sí, así encuentro yo la pintura de Sara Otaño, esta pintora que hoy quiero traer a este Taller de Encuentros.

Yo siempre he pensado, y más aún cuando impartía clases de cerámica en las escuelas, que debería de existir una asignatura para enseñar a “Ver el Arte”. Con esto no quiero decir que nos tienen que enseñar a “entender” el arte. El arte no se entiende, sencillamente se siente. Lo que si se debería de aprender es a saber discernir. A saber qué es exactamente eso que nos “mueve” y “emociona” cuando estamos ante una obra de arte y sobre todo aprender a no “tragar” con todo aquello que nos imponen los medios y la publicidad y que en ocasiones hacen que casi aceptemos como arte algo que no lo es.

En esa asignatura para Ver el Arte, yo incluiría saber mirar a nuestro alrededor, cerca de nosotros porque en muchas ocasiones estamos rodeados de artistas y nos vamos fuera en busca de algo que tenemos al lado. Por eso siempre he sido aficionada a recorrer exposiciones y ferias de artesanía, para ver aquello que crean los artistas que son mis vecinos. Y os puedo asegurar que se encuentran muchas sorpresas.

Sara Otaño vive en este rincón del Bidasoa desde donde suelo escribir. He seguido su obra y puedo decir que desde que observé sus primero cuadros me di cuenta que su pintura poseía una factura que la hacía inconfundible. Con esto no quiero decir que no haya evolucionado, sino que su pintura, dentro de una evolución que la ha llevado a una madurez, no se puede confundir con otra. Encuentro ahora su trazo más enérgico y seguro pero sin que haya perdido su suavidad y movimiento. Sí, la pintura de Sara es, como digo al principio, sinuosa, y potente. Porque potente sin duda es el color de sus cuadros, la energía que irradian y sobre todo que trasmiten. Son cuadros con alma y son cuadros como ella misma.






En una ocasión me dijeron que el artista se expresa con su obra tal como es. Al observar la obra de Sara, yo diría que es así. No la he tratado personalmente, pero su físico trasmite mucho de su obra o su obra mucho de su físico. En un cuadro de Sara Otaño yo encuentro fuerza y suavidad a la vez. Suavidad en el trazo y fuerza por sus colores que emborrachan. Una pintura que no deja indiferente.






En estos días en que la primavera se muestra perezosa para dejarnos luz y color creo que no hay nada mejor que recrearnos en la pintura de Sara para que nos llene de energía el cuerpo y de calidez el alma.






Os dejo una pequeña prueba de ello y os recomiendo que si en algún lugar encontráis su obra expuesta no perdáis la ocasión de disfrutarla.


www.saraotano.com



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LA FILOSOFIA DE LA CERAMICA RAKU




DIFERENTES PIEZAS DE RAKÚ


Cuando se habla de cerámica, a no ser que se trata de esculturas o formas artísticas en pocas ocasiones se la considera un Arte.

Aquí quiero hablar de una cerámica no demasiado conocida y que tiene su base en una ceremonia popular japonesa. Me estoy refiriendo al RAKÚ, o RAKU.

En mi opinión hasta el más humilde artesano es un Artista. Pero eso posiblemente sea un tema complejo par aescribir o debatir sobre él. Así que me centraré en explicar qué es la CERAMICA RAKÚ y hasta que punto es fruto de la unión del arte y de la cultura popular.


Si hay una técnica cerámica que muestre claramente los elementos de los que se vale el ceramista para crear, ésta es sin duda, el RAKU.


Para su realización intervienen, como en ningún otro tipo de cerámica, los cuatro elementos necesarios para que el ceramista cree su obra:


Tierra, fuego, agua y aire



Pero ¿qué tiene de especial esta técnica? Pues sobre todo el modo de trabajar el barro y los esmaltes.

Aún hoy en día, cuando ya se ha perdido mucho de su primitiva elaboración, podemos apreciar la intervención de los cuatro elementos a la hora de trabajar. Además se ejecuta al aire libre. Nada de talleres cerrados. Es un contacto permanente con la Naturaleza.


Antes de pasar a “estudiar” la técnica haremos un poco de historia.



Si accedemos a la Red, alguna página nos dice lo siguiente sobre el Rakú.

“El término Rakú tiene un espectro de significado muy amplio, puede significar goce, felicidad, placer. Según Bernard Leach, su origen se remonta al sello de oro que ofreció Taiko en 1598 a Chojiro, hijo de Ameya, inmigrante coreano que se instaló en Kyoto en 1525. Sin embargo, la mayoría dé los autores mencionan el sello y el nombre de Rakú como un ofrecimiento de Hideyoshi a Jokei (el segundo maestro del Rakú), que utilizaron él y sus sucesores”.


Nosotros lo conocemos como una técnica milenaria cuyo origen se encuentra en la ceremonia del Té.

Al parecer, cada invitado realizaba el proceso de elaborar un pequeño cuenco a mano, de manera tosca y primitiva pero llena de filosofía y significado. Toda una filosofía que rodeaba la ceremonia anterior a la toma de la infusión. La pieza se metía en un horno previamente calentado que se encontraba al aire libre. Cuando el esmalte había alcanzado su punto de fusión se sacaba la pieza con unas tenazas y se dejaba enfriar. En ellas se tomaba el té. Las piezas eran de pequeño tamaño que normalmente se podían abarcar con las dos manos. Casi siempre se retiraba o se rompían posteriormente.


BERNARD LEACH, el gran ceramista inglés, introdujo la técnica en Europa, técnica que derivó en lo que hoy conocemos por Rakú y cuyas piezas se alejan bastante de aquellos primitivo y toscos cuencos. Leach y luego su familia, trabajó el rakú, lo dio a conocer y publicó diversos apuntes sobre su historia, filosofía y técnica.


Aquí describo un poco lo que sería el proceso de una pieza, de manera que cuando veamos una cerámica elaborada de esta manera , sepamos que nos encontramos ante una cerámica de RAKU. Hoy en día las piezas también se elaboran en el torno. En general suelen ser de tamaño pequeño porque el proceso en el horno es fuerte y tienen menos peligro de que se rompan, pero en función de la habilidad del ceramista también se hacen grandes piezas.


Primero cocemos el barro o pasta (lo que los ceramistas llamamos bizcocho). Una vez cocido aplicamos un ESMALTE DE RAKU.




INTRODUCIENDO LA PIEZA ESMALTADA EN EL HORNO DE POLEAS



Tanto la pasta como los esmaltes tienen que cumplir una serie de condiciones. La pasta (barro) llevará algo de material refractario para aguantar los choques de temperatura y el esmalte será de baja fusión, ya que los hornos de rakú no alcanzan gran temperatura.
Cuando hemos esmaltado las piezas llenamos el horno. También éste es especial. Lo ideal es fabricarnos un horno de poleas de manera que cuando veamos el esmalte de la pieza fundido, las poleas nos van a permitir alzar la carcasa y sacar con unas tenazas (como hacían los japoneses) nuestras piezas.






¿Cuándo sabemos que el esmalte está fundido? Pues ahí está presente la experiencia del ceramista. Se aprende a fuerza de errores, pero todo el que trabaja la cerámica sabe en qué momento ha fundido un esmalte. Cuándo ha cambiado su color pero que no llega a escurrir. En ese instante levantamos la carcasa y con una tenaza sacamos la pieza. Es el momento CRUCIAL del proceso ya que inmediatamente hay que cerrar el horno para que no entre demasiado aire en él y estropee el resto de las piezas. La pieza que hemos sacado tiene que ser introducida rápidamente en un cubo que contenga hojas, aserrín, hojarasca o similar. Esto va a hacer que el aire que está dentro del cubo desaparezca y los esmaltes (compuestos de diversos óxidos) tomen unos colores metalizados y brillantes. La pasta por el contrario, va a ennegrecer totalmente lo cual nos va a proporcionar piezas de pasta negra esmaltadas bellamente con colores espectaculares.



EL FUEGO "DIBUJA" BELLOS COLORES EN EL PLATO



Cuando queramos detener el proceso y enfriar la pieza la volvemos a sacar y se introduce en un cubo con agua que va a hacer que los colores “SE DETENGAN” allí dónde queramos
Hemos visto intervenir la TIERRA, el FUEGO, el AIRE, y EL AGUA y hemos trabajado los diferentes elementos de una manera casi primitiva. Nunca dos piezas serán iguales. Si una ha estado más cerca del fuego, será diferente de la que estaba más alejada. Si a una la hemos depositado en el agua antes que a otra, también variará. Es decir con el Rakú elaboraremos piezas únicas e irrepetibles. Este es un proceso que realizan artesanos-ceramistas que son auténticos artistas. Y que como muchos otros utilizados para diversas artesanías que son parte de la cultura de los pueblos, no es comprendido como una forma de Arte. Un error que deberíamos evitar.


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Y EL ARTE HABITÓ EN GIBELLINA



ESCULTURA EN LA ENTRADA A LA CIUDAD (Autor: PIETRO CONSAGRA)



Llegó la destrucción y la ciudad quedó arrasada. Desapareció de la faz de la tierra. Pero de sus cenizas y de la mano del Arte renació.

Me he sentido impulsada a escribir sobre esta ciudad, Gibellina, porque el propósito de este Lugar de Encuentros es hablar de Arte, pero también por el terrible terremoto que ha asolado y destruido la ciudad italiana de L’Aquila.


Os podéis preguntar qué tiene que ver todo esto con la ciudad de Gibellina, ciudad que conocí en el transcurso de una larga estancia en Sicilia, gracias al empeño de una amiga italiana que hizo que viese con mis propios ojos, lo que allí se había llevado a cabo. Os lo relato hoy.


Corría el año 1968 cuando un terremoto arrasó esta pequeña ciudad de la Isla de Sicilia.

La ciudad no se reconstruyó sino que se edificó una nueva a escasa distancia de dónde había estado ubicada la anterior.


Hacia los años 80, el entonces alcalde de la ciudad, encarga un proyecto sobre las ruinas de lo que fue Gibellina. Quería algo que fuera diferente.


El resultado es una masa sólida que cubre las antiguas ruinas adaptándose al terreno y mostrando una inmensa superficie que muestra las hendiduras de lo que fueron las calles de la ciudad a la vez que nos traza el recorrido como si de un plano urbano se tratase. Se puede localizar el lugar en dónde se encontraba la iglesia, la plaza, u otros lugares del pueblo. Nada se ha destruido. La ciudad y sus pertenencias permanecen encerrados “dentro” de la enorme masa que, a modo de un inmenso escenario blanco y silencioso, en diferentes épocas se llena de actividades relacionadas con el Arte (léase teatro o música).




SUPERFICIE QUE CONTIENE LAS RUINAS DE LA ANTIGUA CIUDAD



La permanencia de esta "ciudad" pretende el no olvido y la convivencia no traumática con los terribles sucesos de 1968. ¿Se habrá conseguido? Es difícil saberlo.

Tuve la oportunidad de conversar con personas que habían vivido el terrible terremoto. Cuando sucedió eran apenas unos niños. Unos hablaban de ello, otros no eran capaces. Pero tanto los que expresaban como los que se callaban no habían olvidado.


Lo que si se ha conseguido es que la nueva Gibellina sea una ciudad creada desde el Arte y para el Arte.

Fueron muchos los artistas que aportaron su obra para la nueva ciudad. La propia entrada al pueblo, una inmensa puerta en forma de estrella en acero inoxidable y con una considerable altura, es una prueba de ello. La obra la realizó Pietro Consagra.


Pero el arte no se queda en la puerta. Toda la ciudad es una muestra de arte contemporáneo al aire libre. Toda una representación artística llena de gusto y creatividad.


Además de las obras expuestas en las calles, la ciudad es sede de una Fundación Cultural, la Fondazione Istituto di alta cultura "Orestiadi", que ha conseguido agrupar en su Museo un importante número de pinturas, esculturas y obras textiles de todo el Mediterráneo, se trata del “Museo delle Trame Mediterranee”. El fondo de museo nos ofrece obras de los más importantes artistas en el campo del arte.





FONDAZIONE ISTITUTO "ORESTIADI"



Si tenéis ocasión de visitar la bella isla de Sicilia, os recomiendo salir de la ruta turística y visitar Gibellina. No vais a encontrar en ella restos del arte del pasado, pero si una gran muestra artística contemporánea y una población que ha sabido resurgir de entre las cenizas de la mano del Arte.


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ESPACIO HIJAR DEL PENSAMIENTO

Y para quien quiera ver la visita guiada al mural a todo color (aunque no hay como verlo en vivo):

http://www.youtube.com/watch?v=cCaWuWO4UYo&feature=related



RETRATO DE LA BURGUESIA

Alberto Híjar

En vano procuré desde julio de 2008 cuando cumplió cien años de nacido Enrique Yáñez, convencer al Secretario de Educación y Propaganda del Sindicato Mexicano de Electricistas de asumir como celebración los setenta años del edificio de la calle de Artes, hoy Antonio Caso, proyectado por el arquitecto Yañez como tesis profesional ganadora del concurso para la sede del SME con todo y gimnasio, auditorio, comedor y un pasillo de conexión de los dos cuerpos principales con una mirilla corrida para ver la calle y eventualmente defender el local con la protección del muro. Hace años alguien modificó la fachada con una espantosa manguetería dorada y dio al traste con el proyecto del dirigente de Arquitectos Socialistas miembro de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR). Bueno hubiera sido que el SME se sumara a la exposición de la obra de Yáñez organizada por la Dirección de Arquitectura del INBA en el Palacio de Bellas Artes, pero la lejanía entre la institución estatal y el SME no lo permitió. Ni una ni otro ha podido publicar la tesis de Enrique Yáñez con su tipografía morada de máquina de escribir mecánica y sus planos heliográficos, pese a que el investigador Víctor Arias de la División de Posgrado de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, facilitó una copia fiel y propuso tres presupuestos a solicitud de la Secretaría de Educación y Propaganda del SME.

Pero a la par, el electricista César Sánchez, pintor y promotor cultural, ha investigado la genealogía del mural Retrato de la burguesía en el SME. Con la pasante de estudios latinoamericanos de la UNAM Karla Morales, han viajado varias veces a Valencia tras las huellas de José Renau, registraron la información publicada por la revista Lux, entrevistaron familiares de los participantes y consultaron archivos sobre la República Española tan importantes como el de la Sala de Arte Público Siqueiros. Lograron reunir un importante acervo documental, bocetos, grabados, litografías, pinturas y las montaron en el Museo de la Ciudad de México con una línea narrativa fundamental: el internacionalismo del SME triunfante de su huelga general de 1936 para sumarse a la lucha contra el nazismo y el fascismo, la guerra imperialista y en defensa del socialismo que tenía su primer bastión en la URSS. La primera sala de la exposición da cuenta de esto con letreros en los muros y una gran vitrina con documentos probatorios.

La segunda sala rinde homenaje a los realizadores de lo que empezó como retrato del fascismo y contra la guerra y acabó siendo el de la burguesía. Muy ocupado en planear la ejecución de Trotsky, Siqueiros confió en el trabajo del equipo donde José Renau, Comisario de Cultura de la República Española y protector de los tesoros artísticos del Museo del Prado, hizo el análisis geométrico del espectador móvil por el cubo de la escalera asignado para el mural terminado en 1940. Desde el inicio en 1939, participaron los españoles Miguel Prieto y Antonio Rodríguez Luna y los mexicanos Luis Arenal y el tanquista en Madrid Antonio Pujol quien regresó herido como teniente coronel en 1939. Dividieron el trabajo, visitaron y fotografiaron centrales eléctricas y consiguieron la obra mayor del trabajo estético colectivo no sin problemas por la agresividad de los rostros de niños masacrados en el centro visual del espectador y de la corrección con enérgicos trazos de Siqueiros del humo de cuento de hadas hecho por Renau. El ofendido pintor y fotógrafo de vanguardia se retiró del proyecto hasta que cayó en la cuenta de que Siqueiros tenía razón aunque sus modos fueran nada fraternos. Pesó más el recuerdo de la frase surgida en una comida con Hemingway y Siqueiros en España cuando el horror por los bombardeos criminales de los aviones nazis concluyó en que eran “acero contra carne humana”. Falta en la exposición la referencia a la incorporación de la elocuente gráfica de Hartfield sobre todo en el centro visual del mural con sus figuras de frac y máscaras antigases manejando la maquina sangrante de hacer dinero masacrando niños. Cupo el hiperrealismo de Rodríguez Luna y Prieto en los tableros manejados por electricistas en la parte baja de la escalera y en el ahorcado negro ya pintado por Siqueiros en Los Ángeles para remitir al racismo. Siqueiros se dio vuelo cruzando un combatiente fusil en mano para romper el estatismo del cubo y rematarlo con torres eléctricas con la bandera roja ondeante para abrir el techo. El demagogo cabeza de perico y violeta en mano del costado es figura principal al lado de una ventana convertida en gran incendio para asumir todo el espacio donde el edificio neoclásico del Reichstag incendiado y las columnas de soldados realizadas con plantilla adecuada a su funesta uniformidad, dan poderoso sentido visual a la dedicatoria en la trabe de entrada superior firmada por todos los participantes retratados en la exposición. Grabados y litografías de Rodríguez Luna y Prieto, dos espléndidos bocetos de Arenal y dos carteles de su autoría, uno de ellos anunciando la revistaContrataque de un Comité contra el Nazismo y la Guerra, acompañan a la profusión de documentos en las amplias vitrinas al centro de las dos salas principales. En el eje visual y al fondo, una pintura con piroxilina, novísimo material en 1936, prueba la calidad de la obra de Antonio Pujol. Una proyección constante muestra el análisis geométrico que Pujol hizo del espectador móvil en el cubo de la escalera.

Retrato de la burguesía no logra atraer a los trabajadores del SME pese a las reiteradas invitaciones del reelecto Secretario General Martín Esparza. Parece triunfar la cultura macha del alcohol y los gallos con la que los electricistas celebran el segundo periodo de quien levanta todo el tiempo y sin concesiones la indignación contra el neoliberalismo. En el número más reciente de la revistaTrabajadores de la Universidad Obrera de México, Martín Esparza convoca a la construcción de una cultura proletaria. Coincide todo esto con la publicación del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, colección de bolsillo 33 del pequeño gran libro Jugarse el cuero bajo el brío del sol de Héctor Perea quien sintetiza la importancia de los más de cuatrocientos combatientes mexicanos en la defensa de la República Española. Al menos la Asociación Nacional de Abogados Democráticos ha llamado a la visión crítica de la exposición que durante el mes de agosto pudiera recibir contingentes de trabajadores urgidos de reconocerse en el internacionalismo que dio pie al Frente de Defensa Proletaria sin el cual Lázaro Cárdenas del Río no hubiera hecho tanto por el pueblo de México, la República Española, el combate contra el imperialismo, la expropiación petrolera y ya en los sesenta por la defensa de la Revolución Cubana y su proyecto socialista. Retrato de la burguesía contribuye a la comprensión de todo esto y a reconocer a los artistas que supieron significarlo hace setenta años.

24 julio 2009