Tenía pensado hacer una entrada con la obra de Hockney más adelante, pero el hecho de que su obra se encuentre ahora a nuestro alcance en el Guggenheim de Bilbao y sobre todo el momento triste y pesimista en el que nos encontramos todos inmersos, me ha decidido a adelantar este artículo para plagar el blog de luces, colorido y sobre todo de optimismo.
TALA DE INVIERNO 2009
Hace unos días llegaba a mi buzón una revista digital de Arte a la que estoy suscrita. Entre los artistas que aparecían se encontraba David Hockney y titulaban el artículo así: “David Hockney, ventanas de optimismo”.
Era como si hubieran leído mi pensamiento porque la obra de este artista siempre me ha transmitido eso precisamente: optimismo. Su obra nos trae auténticas ráfagas de optimismo que nos iluminan la vida.
DETALLE de LA CARRETERA QUE ATRAVIESA LOS WOLDS
Se suele decir que el buen artista expresa su carácter y su momento vital en la obra. Delante de la obra de Hockney no dudamos de la vitalidad de este hombre. Diría con seguridad que una de sus cualidades es su permanente “juventud” mental, cualidad que expresa su obra que se presenta joven y vital.
En una reciente entrevista con ocasión de la exposición que nos trae al Guggenheim bilbaíno, decía sentirse rendido ante el uso del I-pad y daba muestras de estar abierto a todas las nuevas tecnologías. Aún viviendo en un lugar aislado como es Bridlington, está totalmente conectado, o electrónicamente conectado. Mentes así son abiertas y creativas de por vida.
NICHOLS CAYON.1980
Se dice de David Hockney (Bradford 1937) que es el más grande pintor británico con vida, que es un gran maestro, se le cataloga como un artista del pop-art y un sin fin de calificativos más. Tendemos a calificar, a encorsetar y a colocar a los artistas dentro de movimientos y tendencias, pero lo cierto es que artistas como Hockney transcienden todo eso. Están ahí y lo más importante, están en constante actividad creativa.
No puedo escribir este artículo sin dejar un apunte sobre mis preferencias a la hora de hablar de este pintor. Admiro, su atractiva influencia de ilustrador en sus obras, su color, su luz y su creatividad incansable.
INTERIOR. LOS ÁNGELES
Y admiro sus paisajes. También, ¡como no! admiro el Hockney de las piscinas californianas porque en realidad esas piscinas y edificios sin paisajismo que los respalde son precisamente el paisaje de California. Pinturas que representan espacios con edificios bañados de luz y color, con un estilo un tanto ingenuo y que son muy representativas del “paisaje” californiano que embrujó a este pintor durante mucho tiempo. No hay duda de que el contraste de aquella atmósfera californiana y el ambiente en el que ahora transcurre su vida le lleva a crear de forma diferente.
GREEN VALLEY
Comentaban en el artículo que he mencionado al principio de esta entrada que Hockney en estos momentos se encuentra en una obsesiva exploración del clima del este de Yorkshire, lugar en dónde ahora habita, y es seguro que su lluvia, su viento, sus luces y sus cambios climáticos, le proporcionan gran creatividad como, en su día, le influyó su estancia en Los Ángeles.
La obra “La mayor zambullida”, podría ser una de las más representativas de ese periplo californiano.
LA MAYOR ZAMBULLIDA. 1967
Se trata de un acrílico sobre lienzo pintado en 1967. En él está captado ese “paisaje” del que hablaba. Representa un día cualquiera en el exterior de una casa de California. Hay una sensación total de inmovilidad, reforzada por la técnica que empleó el artista al pintar las líneas horizontales y verticales con rodillo. No hay presencia humana visible pero hay un elemento que interrumpe esta inmovilidad y que hace que la intuyamos: la salpicadura del agua junto al trampolín. También nos atraen las dos palmeras al fondo,excesivamente altas y finas. Este cuadro está considerado como un icono del pop art.
Otra obra de aquella época es “Dos chicos en la piscina, Hollywood”.
DOS CHICOS EN LA PISCINA, HOLLYWOOD. 1965
También se trata un acrílico sobre lienzo y se pintó en 1965. Y también tiene como tema las piscinas y el sol californiano. Esta vez la presencia humana no se adivina sino que está presente con los dos jóvenes. Muy gráfica como la anterior, con colores puros y con una composición sencilla, es un claro ejemplo del Hockney ilustrador. No obstante los dos jóvenes presentan diferente tonalidad en la piel, algo que contrasta con el tono decorativo del resto de la obra. Este contraste que “humaniza” a los personajes hace también que sean objetos de nuestra mirada que se dirige instintivamente hacia ellos.
Hockney fue artista precoz, aunque en un principio se orientó hacia la publicidad e incluso ganó algún concurso publicitario siendo adolescente. Toda su obra tiene gran influencia gráfica. Entró en la escuela de arte de Bradford y posteriormente, en 1959, viajó a Londres en dónde estudió en el Royal College of Art. Su éxito le llegó muy pronto puesto que siendo aún estudiante expuso obra que vendió con facilidad.
ART POP
En 1961 viajó a Nueva York en dónde, como no podía ser de otra manera, se sintió atrapado por la ciudad. De ahí viajaría a Los Ángeles que al parecer superó con mucho lo que le ofrecía Nueva York. Sus pinturas de los años 60, las de las piscinas, esas que arriba he comentado, tan plenas de luz y color, estarán por siempre asociadas a Hockney.
AUTORRETRATO 1966
Hockney es un creador versátil y como tal ha trabajado en otros cometidos. Además de ser excelente dibujante, fotógrafo y artista gráfico, fue coreógrafo de ballet y de ópera, una carrera que al parecer se vio truncada al sufrir pérdida de audición.
Aunque, mayormente relacionemos a Hockney con esas pinturas de piscinas y casas de California, el Hockney de los paisajes monumentales para mi tiene gran atracción, como ya he apuntado. Porque hay que decir que la obra de Hockney es monumental en cuanto a tamaño. Esos inmensos paisajes por los que puedes “pasear” y en los que te sientes inmersa y atrapada.
DAVID HOCKNEY DELANTE DE UNA DE SUS OBRAS EN LA TATE GALLERY
Como buen ilustrador, sus pinturas suelen presentar un dibujo perfectamente encajado y una composición en total equilibrio. Esos caminos que en muchos de sus cuadros sirven de eje central, invitan a pasear por ellos. Delante de sus obras yo me he sentido “caminando” por sus paisajes y cargada de optimismo. Es una suerte y un privilegio para los que nos gusta el Arte poder contar con artistas de esta categoría que en tiempos como los que corren nos transmiten estas sensaciones.
BOSQUE WOLDGATE
La obra de Hockney se encuentra en numerosos museos y colecciones particulares. Podemos encontrarla en Astrup Fearnley Museet for Moderne Kunst de Noruega, en el J.Paul Getty de Los Ángeles, en el Museum of Fine Arts de Boston, en la National Gallery de Washington, en el Fine Art Museum de San Francisco, en la Tate Gallery de Londres y en muchos otros museos. Está presente en todo el mundo.
SR.y SRA CLARK. 1970 en la Tate Gallery
Estos días tenemos la oportunidad de admirarla en el Guggenheim de Bilbao en dónde permanecerá hasta el 15 de septiembre y en dónde se nos muestra el Hockney más vanguardista que despliega un buen número de dibujos con I-pad.
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Fuentes consultadas: Arte del siglo XX. (edit.Taschen)
Historia del Arte. E.H. Gombrich (Edit. Debate)
Los maestros de la pintura occidental. (Edit.Taschen)
En la red: hoyesarte.com
Para la fotografía las mismas.