Alberto Hijar y Diego Rivera

El maestro Hijar nos acerca un artículo recordándo a Diego Rivera en su contexto.


"Cuando llegó a España en 1907 como becario del Gobierno de Guanajuato, el veinteañero Diego Rivera empezó su construcción como figura histórica. Lo ayudó el rumor de que era Buda reencarnado en su corpachón de 1.80 de estatura, 120 kilos de peso y una verruga en la mejilla que bien podía ser un tercer ojo desplazado. Julio Jurenito lo llama Ilya Ehrenburg en su novela de 1922. Su autorretrato fue desde entonces distinto al gestual y luminoso pintado por Modigliani. Rivera es Morelos en el mural zapatista de Cuernavaca (1929), es arquitecto en convivencia con los albañiles en la Secretaría de Educación Pública (1923-28), es Los estragos del tiempo como acuarela fondeada con rascacielos cubistas. Así fue dejando constancias pictóricas de sus andanzas por el mundo urgido de transformación. De aquí la historia a la que aporta murales libertarios.[...]" DIEGO, 8-XII-1886 ,Alberto Híjar Serrano