Carina Monasterio junto a Ayelén Sanz compartieron el proyecto de "Murales en la escuela", que desde hace tres años viene desarrollando con alumnos de nivel inicial y primario, abordando con los niños temas relacionados con la "integración social", la recuperación de la trasmisión oral de historias y anécdotas del trabajo de sus padres y abuelos; junto con objetivos en el desarrollo de la sensorialidad y sensibilidad del niño al poner en práctica ejercicios de dimensionalización de la imagen, proyección de una idea, color, contraste, motricidad fina en el empleo del pincel sobre la línea, etc. Además de educar la apreciación estética en el desarrollo compositivo en el niño y el docente, ellos sienten que es valorado su trabajo al realizar una obra con una buena resolución formal, con actividades inclusivas que contemplan las diferentes aptitudes en la interpretación y representación de la imagen. Esta actividad de integración generacional recupera el rol del adulto en un proceso vital en la educación del niño, donde el adulto le ayuda a diseñar un espacio de expresión al niño, en contraposición con el desentendimiento al propornerle un espacio "vacio", apelando a la "libre expresión" sin consignas claras ni objetivos pedagógicos que lo ayuden a reflexionar críticamente sobre lo producido, o repitiendo estereotipos formales de la ilustración clásica occidental. M.C.
