ESPACIO HIJAR DEL PENSAMIENTO


A LOS MINEROS DE COPIAPÓ
                                                                                                                                    Alberto Híjar

33 mineros chilenos aguantan inclemencias graves en un hoyo a 700 metros de la superficie. Hasta la NASA esta ayudando con raciones alimenticias y de acá donde el gremio ha sido agraviado por las empresas canadienses solapadas por el Estado, nada, ni un saludo. La indiferencia afecta a los trabajadores mexicanos porque nadie clamara por el rescate de los cuerpos de los sacrificados en Pasta de Conchos ni exigirá el procesamiento penal de Minera México que no solo ahí tendría que responder por las condiciones de producción infrahumanas. Tampoco parece justo pedir indignación solidaria por el cierre temporal de la histórica mina de Cananea y el despido masivo de sus trabajadores, pese a que en 1906 empezó ahí la resistencia organizada de los trabajadores orientados por el Partido Liberal Mexicano de Ricardo Flores Magon y sus heroicos compañeros siempre desconfiados de los sindicatos por sus negociaciones con el Estado hostil.
            Los mineros chilenos atendidos diariamente por las agencias noticiosas, han cumplido mas de un mes atrapados y tendrán que esperar dos mas para que la perforación los encuentre. Están en San José, Copiapó, capital de la provincia de Atacama, un paraje desértico que inspiro a Siqueiros su postrer mural en la Escuela Primaria con ese nombre en Iztapalapa, Distrito Federal. El cáncer no privo a Siqueiros de homenajear a Salvador Allende en gira por México en 1972, meses antes del golpe militar auspiciado por el gobierno yanqui y dos años antes del pintor comunista buen amigo de Neruda, de Allende, de los socialistas y comunistas chilenos que lo recibieron cuando llego expatriado en 1940 luego del atentado fallido contra Trotsky, para pintar en la Escuela México en Chillan al lado de Xavier Guerrero y Jorge González Camarena. Con el estuvo Antonio Pujol quien también alcanzo el grado de teniente coronel en la defensa militar de la Republica Española y había regresado herido a México para integrarse al equipo del mural en el Sindicato Mexicano de Electricistas con Luis Arenal y los refugiados españoles José Renau, Miguel Prieto y Antonio Rodríguez Luna, mientras planeaba con Siqueiros el atentado contra Trotsky.
            En un día pintó Siqueiros Copiapó. Algún historiador merecedor de crédito, sugirió el tema y puso una precisa cédula al lado, en el mismo vestíbulo de entrada donde aun luce en perfectas condiciones de conservación, el tablero de unos 8m.x2.20m. La cedula narra la movilización en Copiapó encabezada por su alcalde para ofrecer dinero y todo el apoyo posible al presidente Juárez en lucha contra la invasión francesa. Gran regocijo hubo en el lejano lugar cuando “las armas nacionales se cubrieron de gloria” al dar parte de su triunfo en Puebla en 5 de mayo de 1864, no por efímero menos importante para bajarle los humos a los invasores y reconocer la valiosa contribución antiimperialista de los guerrilleros zacapoaxtlas. Cuando al fin y sin condolerse por los llamados a la piedad el gobierno liberal fusiló a Maximiliano, Miramón y Mejía en 1867, los clamores elogiosos lo mismo tocaron a Víctor Hugo que al gobierno de Bolivia que fue el primero en reconocer al gobierno republicano, que a los de Copiapó que vieron claro al triunfo liberal por toda Nuestra América.
            Por esto es tan feo que ni los mineros ni los electricistas en resistencia ignoren a los dolientes mineros chilenos para apoyarlos con el ánimo en alto para sobrevivir. El internacionalismo necesario resulta de difícil práctica ante el economicismo  y la movilizaciones sin visión concreta de la globalización.
            Pintado en diciembre de 1972, Paisaje de Copiapó fue inaugurado por Salvador Allende, Siqueiros y los funestos Luis Echeverría y Guillermo Martínez Domínguez el 15 de diciembre de 1971 junto con la Unidad Habitacional Vicente Guerrero. La placa con la cédula histórica esta al lado del mural y del busto de Allende. El ultimo mural de Siqueiros es una serie rítmica y texturada con dunas azules y grises en movimiento. Copiapó se avizora en una esquina con un suave delineado.
            Vaya este saludo a los 33 mineros, a sus familiares, a los trabajadores atareados en el salvamento y también a quienes no olvidan el brutal golpe militar auspiciado por el Estado yanqui el 11 de septiembre de 1973.
 
6 septiembre 2010