Crónica del 2º Encuentro Internacional de Pintural Mural en Guanajuato- México

Todavía no estoy en condiciones emocionales como para realizar una crónica de lo vivido en estos últimos diecisiete días en México. Puedo comentarles que desde que llegué no he dejado de visitar, conocer, aprender y recordar. Estuve rodeado y compartiendo sus experiencias con maestros que han trabajado con Chavez Morado, con el maestro Eliseo Mijangos integrante del equipo de restauradores que salvaron el mural de Siqueiros de "La futura derrota del cáncer.." que fué gravemente dañado en el último terremoto, estuve con el hijo del espectacular muralista  Francisco Montoya de la Cruz, compartí espacios con nuevas generaciones de creadores de arte público de Celaya, conocí al nuevo paradigma del muralismo mexicano, Rafael Cauduro y pude ver su espectacular mural en la Corte Suprema de Justicia acompañado por Andy Riva, la maestra Cristina Hijar y el Doctor Miguel Angel Esquivel. Conocí personalmente a la inteligentisisisima y encantadoramente ejecutiva Leticia Lopez Orozco, al maestro Juan Montoya, al historiador Alvaro Gomez Gomez,a la arquitectisima Yola y una organización que dará que hablar ... Bueno ya les iré contando. También creo que no está demás comentarles que durante mi estancia en el DF  estuve con la familia Hijar. Un lujo.
Les dejo la crónica del maestro Alberto, mas elocuente, sintética, pero no menos emotiva. MC


ENCUENTRO DE RESISTENCIA 
Alberto Híjar

El viernes 27 de agosto terminó el Segundo Encuentro Internacional de Pintura Mural gracias al patrocinio de las instituciones culturales de Guanajuato, el INBA, el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, CONACYT y la mayoría de los asistentes que se pagaron sus viajes, el más lejano desde Suecia de donde llegó Johan Falkman para dar a conocer su mural en el puerto de Trelleborg, el segundo más importante de Suecia. Con admiración compartida del muralismo en México, llegó de Argentina Marcelo Carpita quien pintó un díptico destinado a algún recinto cultural, se comunicó con uno de sus estudiantes que andaba por San Cristóbal de las Casas y logró que llegara para integrarse a un grupo de pintores jóvenes del taller de Celaya donde reprodujeron un proyecto mural de Chávez Morado con las orientaciones del restaurador Eliseo Mijangos. Este grupo de jóvenes también realizó, en el marco del Encuentro, un díptico alusivo a la Independencia y a la Revolución. Desde Japón llegó Keiichi Tanaka que llevó a su país una pintura de gran formato que estuviera en el Hotel de México. Es justo y necesario atribuir tantas articulaciones al trabajo intenso y constante de Leticia López Orozco del Seminario de Muralismo del IIE como prueba de la cultura realmente posible si se consigue algo de instituciones usualmente aisladas. Habría que agregar en esta gesta a los llegados de Colima, Durango, Morelia y a quienes se incorporaron por cuenta propia. Leticia hará posible la publicación de la memoria en Crónicas, la revista de su seminario.
            El Segundo Encuentro cumplió con su nombre al dar lugar a ponencias de historiadores del arte, restauradores, artistas visuales y al menos tres participantes desde la crítica teórica: Miguel Ángel Esquivel de la Facultad de Filosofía de la UNAM; Ramón Vargas, director de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble del INBA; Cristina Híjar que abrió un rico universo al hablar de los murales zapatistas en los Caracoles zapatistas y los MAREZ a cuyo conocimiento contribuyó con una ponencia ilustrada y con la exhibición del video Rastros coloridos de rebeldía; Carpita mostró las movilizaciones argentinas que tiraron presidentes significadas y acompañadas por murales,scratches que marcan los domicilios de criminales del Estado, siluetazos donde los cuerpos reales son delineados como afirmación de existencias combativas o victimadas, y Alberto Híjar del CENIDIAP-INBA. Descubrimientos, reparaciones, problemas urbanos, problemas estéticos fueron compartidos, discutidos, mientras Carpita y los muchachos de Celaya pintaban bajo un templete en la plaza frente al Teatro Cervantes, lo cual no les impidió estar en León para conocer el faraónico y flamante centro cultural con su monumental San Sebastián doliente en una columna, herido por las flechas de quienes están representados con un relieve metálico en el piso, todo lo cual puede verse muy bien desde el andador superior del auditorio donde sesionamos, antes de comer y recorrer la excelente exposición Alegorías de una nación con obras y fotos contextuales de Chávez Morado y de Olga Costa. Al fin fue homenajeado quien tanto dio a Guanajuato y a México, cuando parecía que su centenario cumplido el año pasado, a nadie importaba. San Sebastián, emblema de los homosexuales, está en el escudo de León como señal de lo que cuesta mantenerse en los principios.
            Como final, fueron entregados los reconocimientos, humildes y sencillos según Leticia López Orozco, al restaurador ya histórico Tomás Zurián, quien dio una muy divertida lección ilustrada sobre la historia de la pintura al fresco; a Jesús Gallardo, artista plástico guanajuatense; a Rafael Cauduro quien habló sobre su mural en la Feria de Vancouver donde privilegió la comunicación al dejar espacio para intervenciones de cualquier tipo ante la alarma del Consulado de México y el regocijo de quienes encontraron un sorprendente espacio de denuncia y propuesta cerrado de manera tal que el mural fue destruido pese a la larga fila que compitió con el pabellón de Japón en interés público. Claro y sencillo, Cauduro habló también de su mural inaugurado en julio de 2009 en la Suprema Corte de Justicia. Ponente sobre este mural de ruptura con los nacionalismos estatólatras, Alberto Híjar Serrano recibió reconocimiento como investigador y el power point que sustituyó a la aburrida lectura del currículum vital, probó la dimensión estética como encuentro con la lucha por la justicia y la libertad. Al final de la ponencia se impuso un llamado a cumplir con el compromiso guanajuatense de ser patrimonio de la humanidad dejando en libertad a las mujeres encarceladas por la desgracia de haber perdido a sus hijos e hijas en gestación. También habría que anular el proyecto turístico en el Cerro de la Bufa, paseo habitual amenazado por el contratismo gubernamental.
            De ida y de regreso vimos estupefactos los cien metros por treinta de la fachada del Hospital Militar cercano a Chapultepec, cubiertos con tres amplificaciones. Una, 1810, de Hidalgo y Morelos al frente del pueblo en lucha, otra, 1910, con Zapata y Villa acompañados de campesinos de desorden y la tercera más grande, 2010, con un tanque de guerra frente al cual marchan bien formados (en relación a la marcha)rangers con boina, armados y uniformados, con rostros fieros participantes del color rojizo de la ominosa reproducción. Ya antes, a la altura de Naucalpan, nos dio la bienvenida un letrero de México, ciudad limpia siglo XXI, en abierta y obvia contradicción con el tiradero de escombros circundante, la aglomeración de anuncios y transportes de todo tipo, los accidentados, en fin, toda la evidencia de estos tiempos propios del Estado en proceso de extinción violenta. Por esto nos felicitamos de encuentros como el de Guanajuato como prueba de resistencia civil a la debacle. Recordamos a Daniel Manrique de Tepito Arte Acá por quien guardamos un minuto de silencio al clausurar el Segundo Encuentro de Muralismo.