GIORGIO DE CHIRICO, el metafísico que influyó en los surrealistas.



HECTOR Y ANDRÓMACA 1917

La exposición “Realismos Modernos” del Museo Thyssen mencionada en la anterior entrada del día 11 de julio, tuvo una interesante división temática.

A través de los diferentes apartados, muchos de los pintores volvían a mostrarnos sus obras acoplándose al tema que correspondía. Estas temáticas abarcaron naturalezas muertas, retratos, figuras en la ciudad, figuras en escenarios íntimos y un interesante apartado de paisajes agrícolas, urbanos e industriales. De esta manera nos mostraba al mismo artista cual experto paisajista o en un íntimo retrato.

El pintor que hoy nos visita también formó parte de la exposición. Sin embargo, no fue un tema urbano ni un cuadro de su época metafísica el que nos ofreció, sino que lo encontramos con un tema de “naturaleza muerta”: el lienzo “Las calabazas”.


LAS CALABAZAS 1919



Pero fue la arquitectura ficticia y esos paisajes urbanos el sello de la obra de Giorgio De Chirico, el pintor admirado por los surrealistas y que sin duda influyó tanto en ellos. En donde más percibimos esta presencia es en la obra de Magritte y de Dalí.


La pintura metafísica también tuvo otros seguidores como Carrá que junto a Morandi y De Chirico formaron el trío clave en la pintura futurista, pero sin duda fue De Chirico el metafísico por excelencia. Y teniendo en cuenta la estética de la metafísica no es raro que los surrealistas quedaran marcados por la pintura del maestro greco-italiano.


CANCION DE AMOR 1914


¿Qué es un cuadro metafísico, o una pintura metafísica?

Para conseguirla, el objeto real no puede ser utilizado porque sería parte de la vida cotidiana, así que debe ser extraído de su función. Por ejemplo una plaza está ahí para ser atravesada. Si se pinta repleta de gente, es decir en su uso cotidiano, se está utilizando. Pero si se pinta, tal cual, lejos del tiempo y del espacio, lejos del resto del mundo, se la está dando el valor absoluto que le corresponde. Eso es la pintura metafísica.

La estética resultante tiene mucho de onírica, de un objeto visto en un sueño, pintado bajo una luz de fantasía y en un ámbito urbano. Sin duda fue fuente de inspiración para el surrealismo.

La etapa más singular de De Chirico fue precisamente ésta, la metafísica que se prolongó hasta 1918-1919. De esa época datan sus cuadros más conocidos como el aquí presente “El enigma de un día”


EL ENIGMA DEL UN DIA 1914

El cuadro presenta, como muchos de esa etapa, una plaza dónde solo hay dos figuras y una estatua. Los arcos son los de una galería clásica. Al fondo, las chimeneas son el contraste de la arquitectura industrial frente a las arcadas clásicas que evidentemente son la parte “soñada”. También la soledad o el vacío del lugar es algo que se repite en sus cuadros.



PLAZA DE ITALIA


Giorgio De Chirico nació en Vólos (Grecia) en 1888, de madre genovesa y padre siciliano, así que se le puede considerar greco-italiano. De hecho, De Chirico estudió en Atenas y en Florencia. Vivió en Munich, dónde leyó a Schopenhauer y a Nietzsche.

Más tarde abandonaría la vanguardia pictórica para buscar un camino dentro de un clasicismo muy personal. Se alejaría de la modernidad, pero para entonces había legado a ésta una serie de elementos con los que se le iban a identificar como son las plazas, las arcadas, las torres, columnas y estatuas.



TORRE 1913


Y también esas sombras que dejan asomar la silueta de alguna persona solitaria y misteriosa.


LA ALEGRÍA DEL REGRESO 1915



Se podría decir que arquitectura y pintura se encuentran en un cómodo terreno. La arquitectura diversa que presentaba era fruto de su imaginación y de esa pintura metafísica que el creó de manera única.



ESTACION MONTPARNASSE 1914


Hacia 1919, cuando su época metafísica termina, comienza a defender el regreso a la tradición. Empieza a copiar a los maestros renacentistas y a elogiar a los grandes maestros del color, como el Renoir anterior al impresionismo. Poco a poco las composiciones se fueron volviendo más complejas y a la vez más confusas y para cuando los surrealistas llegaron a él sobre 1925, ya había abandonado la pintura metafísica.



BAÑISTAS EN LA PLAYA 1960



Fue entonces cuando escribió un ensayo titulado “El retorno a la Artesanía”. Con ese y otros ensayos similares, no sólo confirmaba su retorno a los maestros, sino que parecía renegar de su obra pasada. No obstante, aun queriendo “borrar” su etapa metafísica, fue el creador de ella y como tal pasó a la Historia del Arte. Murió en Roma en 1978. Existe una página oficial del artista en: http://www.fondazionedechirico.it/



AUTORRETRATO CON PALETA 1940



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Fuentes consultadas:

Arte del Siglo XX. Varios autores (Ed.Taschen)

Realismos modernos . Varios autores ( Exp.. del mismo título en Museo Thyssen)

Los pintores más influyentes. David Gariff (Ed.Electa)

Historia del Arte. E.H.Gombrich. (Ed.Debate)

Fotografía:

Las mismas. Archivo propio. La red.